Etapa 3: del Dadès a Tinghir

La carretera nacional discurre entre Boumalne Dadès y Tinghir
por un terreno absolutamente desértico, cuya aridez sólo se interrumpe en dos puntos: Imider y Timadrouine. En la primera de ellas
descubriremos nada menos que siete casbas, fechadas en su mayor parte a principios del siglo XX. Sin duda la más destacada por su tamaño y su
ornamentación exterior es la kasba de Mohadach Ou El Haj (31º 22,215’ N - 5º 47,286’ W), el mismo personaje que
más tarde se construiría la casba de Ighrem Melloul en el valle del Dadès. También es grande y pintoresca la de Ouchtouban,
situada en medio de los cultivos. La que llaman Tin Jamaia (31º 22,334’ N - 5º 47,499’ W) ha sido restaurada por el Municipio.
Las demás resultan más modestas; hablaremos sobre una de ellas en el apartado ‟comprarse”.

La kasba de Mohadach Ou El Haj en Imider
Para alojarse en el valle del Todra...
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Tinghir
En Tinghir hay varias kasbas y un viejo ksar
(31º 31,170’ N - 5º 31,662’ W) habitado todavía. Si bien ha perdido su muralla y las seis puertas monumentales que tenía en su origen,
desde 2013 es objeto de un proyecto de resauración. Lo suelen llamar "el barrio judío" por haber vivido en él algunos hebreos en otros tiempos. Entre
las kasbas destaca la kasba de El Glaoui (31º 02,824’ N - 7º 07,773’ W), construida en 1919 sobre una colina y de proporciones
descomunales, aunque se halla en un estado deplorable de conservación (para mayor información, ver el apartado ‟comprarse”).

La kasba de El Glaoui en Tinghir
Por el contrario, la kasba del Cheikh Bassou
(31º 30,917’ N - 5º 32,030’ W) fue totalmente restaurada y transformada en hotel. Se caracteriza por su patio rodeado de pilares y arcadas.
Puede visitarse mediante una consumición en su bar o en su restaurante. En su interior se presentan, además, exposiciones de arte.
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Patio de la kasba |

Exposición de arte africano |
En las afueras de Tinghir, la mezquita Ikelane (31º 31,683’ N -
5º 31,466’ W) es uno de los monumentos de visita obligada dentro de la ruta de las mil kasbas. Forma parte del ksar Afanour
y fue restaurada en 2007 por la Asociación Afanour de Desarrollo con la ayuda económica del Hotel Tomboctou y de un grupo de arquitectos catalanes.
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Además de mezquita, servía como medersa y universidad coránica, en la
que se formaban los futuros alfaquíes de la región.
Tanto su estructura como su ornamentación interior son únicas en todo
Marruecos y desde su azotea se obtiene una vista espectacular sobre el palmeral del Todra.
Horario: de 8 h. 30’ a 12 h. y de 15 h. hasta la puesta de sol.
En temporada baja suele estar cerrada, pero se puede llamar al vigilante al teléfono 065 9907518.
Más información
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El valle del Todra
Junto a Tinghir se extiende uno de los valles más hermosos y frondosos del Sur de Marruecos, en el
que vuelven a aparecer las palmeras, y también una de las mayores concentraciones de arquitectura de tierra, de una extremada variedad. Para conocer con detalle
la zona, recomendamos el catálogo La vivienda tradicional en el valle del Todra mencionado en la sección ‟libros”. Aquí nos
limitaremos a citar los más curiosos de los casi cien monumentos que contiene el valle, entre kasbas y ksur.

Al norte de Tinghir, la carretera que se dirige a las gargantas del Todra permite disfrutar de magníficas
vistas sobre el frondoso palmeral y sus numerosos ksur, como el Ksar Ait Boujane donde todo el mundo
se hace la foto típica; el Ksar Asfalou (31º 32,674’ N - 5º 33,447’ W), que impresiona por su situación al borde
de un barranco, o el Ksar Ait Senan (31º 33,108’ N - 5º 34,500’ W), de grandes proporciones. Estos ksur se
hallan casi todos en ruinas, pudiendo accederse a ellos en un agradable recorrido pedestre por el oasis, o bien por otra carretera
secundaria de 4 Km. que discurre por la margen izquierda del río.

El ksar Asfalou, que había estado habitado en gran parte por hebreos
Hay asimismo algunas kasbas, mucho mejor conservadas que los ksur, entre las que debemos destacar la
de Ali Dani en Ait Zilal (31º 32,470’ N - 5º 33,226’ W) por su tamaño y su valor estético. Sin embargo, este
último es inferior al de las kasbas que hayamos podido ver en los valles de Ounila, de Mgoun o del Dadès; de hecho, son las últimas kasbas que
encontramos en este recorrido hacia el este, pues a partir de aquí toda la arquitectura tradicional está formada por ksur.
Finalmente, los morabitos también son muy abundantes en el
valle del Todra y muchos de ellos resultan altamente pintorescos por sus formas o por el entorno en que se hallan.

La kasba de Ali Dani en Ait Zilal |

Morabito de Mulay Mohamed en Ait Zilal |
Tizgui (31º 34,561’ N - 5º 35,121’ W) es el último
ksar antes de penetrar en las gargantas del Todra y es uno de los mejor conservados, aunque de proporciones
muy modestas. En su interior, una casa antigua ha sido transformada en museo (entrada: 50 DH).

Entrada al ksar Taghzoute |
Al este de Tinghir, el palmeral se prolonga otros quince kilómetros
por la llanura, jalonado igualmente de kasbas y ksur. Numerosas pistas y carreteras permiten recorrerlo en bicicleta o en coche.
Uno de los ksur más conocidos era El Hart n’Iaamine, pero ha sido completamente arrasado. Un poco más allá
se sitúa el pequeño Taghia n’Ilamchane, de donde era original el mítico líder de los Ait Atá,
Asú U Basalam, héroe de la resistencia contra el protectorado a principios del siglo XX.
Por su parte, el ksar Taghzoute llama la atención sobre todo por la riquísima decoración de adobes que
presentan sus dos entradas monumentales. En las cercanías de Taghzoute tiene lugar todos los jueves un gran zoco rural. |
Un sendero que nace un poco más allá de dicho zoco nos llevará a la
kasba de Ait Amou (31º 26,833’ N - 5º 25,901’ W), de impresionante volumen, hoy deshabitada. Al otro lado del río se
encuentra el Ksar Tadafalt (31º 26,471’ N, 5º 25,651’ W), de reducidas dimensiones y bastante destruido,
rodeado por un frondoso palmeral. Su mejor imagen se obtiene desde lo alto de una colina donde hay una antigua torre de vigilancia, dominando todo
el oasis. Uno de los últimos ksur de esta zona es Agoudim n’Ait Yazza, construido hacia 1880 y todavía bastante bien
conservado a pesar de su abandono. Sorprende por la regularidad de su estructura vial, muy diferente de otros más antiguos como Tinghir
y que volveremos a encontrar más adelante, en El Khorbat Oujdid o en los valles del Ziz y del Gheris.

La kasba de Ait Amou |

El Ksar Tadafalt y su torre de vigilancia |
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