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LA RUTA DE LAS MIL KASBAS |
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Etapa 1: De Marrakech a Ouarzazate y SkouraViniendo de Marrakech, nada más atravesar el Gran Atlas por el puerto de Tichka (2260 m), entramos de lleno en la ruta de las mil kasbas.
Más allá de Telouet, la misma carretera sigue hacia Ait Ben Haddou a través del hermoso valle de Ounila, en el que observaremos una docena de casbas de alto valor estético en Anemiter, en Anguelz y en otros puntos de la ruta. Se pasa asimismo por interesantes pueblos de tierra, como Taguendoucht y Assaka. Más abajo, una carretera secundaria que sale a la derecha conduce a Tazlaft (31º 05,903’ N - 7º 08,777’ W) en poco más de 1 Km. Allí, un granero comunitario ha sido restaurado por la cooperación belga y se visita (prever una propina).
Luego llegamos a Tamdakht, donde hay una casba en ruinas que había pertenecido a la familia El Glaoui (31º 05,125’ N - 7º 08,700’ W). Su aspecto exterior es impresionante. Los encargados proponen el acceso al interior del anexo, que se caracteriza por su decoración urbana, mediante una entrada de 20 DH.
Por fin se alcanza Ait Ben Haddou (31º 02,824’ N - 7º 07,773’ W), un ksar que contiene en su interior media docena de casbas (para comprender la diferencia entre ambos conceptos, ver el apartado qué es una casba). El conjunto, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, recibe diariamente a varios centenares de turistas y a varios miles de ellos en temporada alta. Su valor estético es indiscutible y lo está restaurando el Ministerio de Cultura. La entrada al ksar es libre por el momento. ¡No caigáis en la trampa de algunos vecinos que proponen un acceso de pago a través de sus domicilios!
Pasado Ait Ben Haddou se sale a la carretera nacional, encontrando allí una pista que permite entrar en Tikert (30º 57,246’ N - 7º 05,874’ W). Este pueblo cuenta con varias casbas muy atractivas, aunque en principio sólo se ven por fuera.
Desde la carretera de Ouarzazate, se ve asimismo un precioso pueblo de tierra llamado Tazentout. Incluye un antiguo ksar, así como un granero comunitario situado bajo la protección de un morabito (30º 58,047’ N - 7º 05,599’ W). Lamentablemente, este granero está hoy en ruinas.
Antes de llegar a Ouarzazate, si tomamos el desvío a la derecha hacia Zagora pasamos por la casba de Tifoultout (30º 55,587’ N - 6º 59,396’ W). De grandes dimensiones en su origen, hoy se halla casi toda en ruinas, excepto la parte rehabilitada, que se visita mediante una entrada de 10 DH. Su azotea ofrece una amplia vista panorámica sobre la región. Continuando por la carretera de Zagora y desviándose luego a la izquierda, se llega a la casba de Talmesla (30º 54,347’ N - 6º 52,879’ W), más conocida como "casba de las cigüeñas" debido a la gran cantidad de estas aves que anidan sobre sus torreones. Perteneció también a la familia El Glaoui, pero se halla en el más absoluto abandono. Su imagen, con el pantano de Al Mansour al fondo, resulta muy pintoresca.
Dentro del casco urbano de Ouarzazate se levanta la enorme kasba de Taourirt (30º 55,183’ N - 6º 53,966’ W), que fue uno de los centros de poder de la familia El Glaoui durante la primera mitad del siglo XX. La parte principal está abierta al público mediante una entrada de 20 DH, mientras en la parte trasera se sitúan las oficinas del CERKAS, un organismo dependiente del Ministerio de Cultura y encargado de la protección del patrimonio arquitectónico en el Sur de Marruecos. La casba de Taourirt fue completamente restaurada en los años 1990. Junto a ella, el antiguo ksar de Taourirt se mantiene habitado y en su interior encontramos numerosas tiendas, así como algunos alojamientos destinados al turismo.
De Ouarzazate a Skoura
La carretera que une Ouarzazate a Skoura tiene un escaso interés desde el punto de vista arquitectónico; sin embargo, un desvío asfaltado que conduce a Ghassat y Asseghmo (31º 13,921’ N - 6º 48,773’ W) permite descubrir numerosas casbas a cual más pintoresca, lo mismo que una pista practicable con cualquier vehículo que se dirige a Timatdit (31º 06,325’ N - 6º 47,287’ W). En este último pueblo hay cinco casbas, todas ellas en ruinas, mientras en Asseghmo hay ocho y muchas otras se hallan esparcidas a lo largo de la ruta. Destaca por su belleza Ighrem Amellal. En Ghassat, la Tighremt n’Ait Rho (31º 11,225’ N - 6º 48,821’ W) abre sus puertas a los visitantes.
Excursiones por el oasis de Skoura y alrededores
El oasis de Skoura constituye una de las mayores concentraciones de
fortalezas de tierra de todo el Sur de Marruecos.
Cerca de Amerhidil, también es muy conocida la kasba Ben Moro (31º 02, 595’ N - 6º 34,590’ W), transformada hoy en hotel. También la kasba de Ait Abou, la más alta del palmeral, ofrece posibilidades de alojamiento y está abierta a la visita turística. Las demás, en principio, sólo se ven por fuera. En Skoura había además un gran número de graneros comunitarios protegidos por morabitos. Por desgracia todos estos silos han ido desapareciendo con el tiempo, quedando sólo los morabitos. El de Sidi Aissa en Tascoucamt (31º 02,605’ N - 6º 34,711’ W), situado junto a la casba Ben Moro, fue restaurado en 2007.
Skoura es asimismo el punto de partida para diferentes excursiones por la región. La más interesante sin duda es la de Sidi Flah (31º 08,196’ N - 6º 28,991’ W), un frondoso palmeral abarrotado de kasbas pintorescas y situado en la orilla del río Dadès, a 10 Km. de Skoura por una pista practicable con cualquier vehículo.
Otra excursión nos lleva a Toundout por asfalto. Allí hay unas cuantas kasbas aún habitadas y, por lo tanto, muy bien conservadas, destacando por sus dimensiones la que había pertenecido al representante de El Glaoui en la región (31º 15,962’ N - 6º 35,313’ W). Finalmente, una pista que atraviesa todo el oasis de Skoura nos permite llegar a Ait Said ou Mansour, donde admiraremos, entre otras, la tighremt n’Ait Moho, de grandes proporciones, hoy abandonada (31º 07,334’ N - 6º 38,294’ W).
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